TIEMPOS DIFICILES Por: Luis Alberto. Daniel 9:25 : Sabe, pues, y entiende, que desde la salida de la orden para restaurar y edificar a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, habrá siete semanas, y sesenta y dos semanas; se volverá a edificar la plaza y el muro en tiempos angustiosos. Daniel fue llevado cautivo a Babilonia, una tierra totalmente extraña. Su país había sido derrotado en la batalla contra aquel pueblo y totalmente devastado por el ejército invasor. Un tercio de los israelitas fue muerto a espada, el otro tercio se diseminó y el resto fue tomado cautivo. La capital Jerusalén fue arrasada y el pueblo de Israel conoció lo que es la desolación. El corazón de Daniel soportaba un enorme peso de dolor. Oro por sus compatriotas y pasó a anhelar que los muros de Jerusalén fueron reconstruidos. En respuesta a sus oraciones, otro hombre, Nehemías, fue enviado para reconstruir los muros, a pesar de ser aquellos tiempos muy difíciles. Haciendo una analogía entre las familias del siglo 21 y los muros caídos de Jerusalén, debemos enfrentar la situación en que ellas se encuentran con la necesidad de que se adopten algunas medidas fuertes y valientes. -Necesitamos despertar y reconocer la falibilidad de la condición moral y espiritual de la familia. Que fue atacada de modo implacable y el resultado no puede ignorarse: Cada día más y más familias se desmoronan. -Tenemos que tomar algunas decisiones urgentes a favor de la familia para definir cómo protegeremos nuestro hogar de las continuas embestidas del enemigo y para que determinemos de qué manera rescataremos a la familia del borde de un colapso. -Debemos comprometernos a invertir en ministerios involucrados en ayudar a las familias tanto en el ámbito local como en el nacional. -Precisamos arrodillarnos en oración por nuestro cónyuge, por nuestros hijos y nietos, rodeándolos con intersecciones y pidiendo poder desde lo alto porque ese equipo divino nos asegura: Romanos 8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. Romanos 8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir, Romanos 8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro. Nehemías y su grupo fueron usados para reconstruir los muros de Jerusalén, cada uno de nosotros puede también ser usado como un instrumento en las manos de Dios con el fin de reconstruir los muros que protegen a las familias. El Señor continúa llamando a otros Nehemías para que trabajen a favor de la preservación de las familias. Precisamente esta es una pregunta que usted debe hacerse a sí mismo. ¿Qué puedo hacer por las familias de mi país? DIOS LOS BENDIGA

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